Elementos determinantes de la campaña electoral Octubre-2010 en Brasil Imprimir
21/08/2010

[Brasil de Fato / Editorial del 11 de agosto de 2010]
Traducción: Brigada 2010-Brasil de Komite Internazionalistak

Estamos cerca de las elecciones más importantes en la vida institucional del país. Vamos a elegir al presidente de la República, senadores, diputados federales, gobernadores estatales y los parlamentarios de las asambleas legislativas estatales.


No hay, en cambio, un clima de debate de ideas y de agitación política en la sociedad. Parece que las campañas electorales están engrasadas y moldeadas por una legislación que impide una participación popular más activa. Limita comicios y actividades de agitación política propias de la naturaleza del proceso. La burguesía brasileña reduce la campaña electoral a propaganda en la televisión, a marketing de personas (no de programas) que dependen de esquemas económicos muy claros. La compra de espacios electorales ("militancia" pagada y material de propaganda sofisticados) se convierten en una realidad normal.
Con eso, tienen más ventaja los candidatos que consiguen mayores recaudaciones de recursos, junto a empresas, bancos etc., en mecanismos, como mínimo sospechosos, para quien desea ocupar cargos públicos y administrar importantes recursos del pueblo. Con eso, transforman la campaña en un gran mercado electoral, en el cual todo se compra, todo se paga. O sea, no existen más ejes electorales motivados por ideología o programas y no existe el trabajo voluntario de campaña. No existen los métodos populares de debate de ideas, de convencimiento, de disputa y agitación política entre militantes y la población en general. En este escenario, hay también el componente del periodo histórico que vivimos. La clase trabajadora brasileña vive una larga etapa de reflujo del movimiento de masas, que viene desde la derrota político-ideológica para el neoliberalismo y la victoria de los gobiernos Collor-FHC; Fernando Henrique Cardoso.(Desde el 1989 hasta 2002)

Entonces, Hay mucha confusión ideológica y divisionismo, por la derrota política sufrida por la izquierda y por el abandono de las ideas socialistas por muchos sectores que llevan a desvios oportunistas entre candidatos de todo tipo.
Además de ésto, hay una desarticulación política de las organizaciones de masas, que redujeron sus programas. Desde fuera, también hay que decirlo, hubo una tentativa de diversos segmentos organizados para discutir programas para el país. En este sentido es loable el esfuerzo de la CUT y de otras centrales sindicales, que produjeron una propuesta de gobierno que está más a la izquierda que los programas de los partidos. También es loable el esfuerzo de la Coordinación de los Movimientos Sociales (CMS) en tejer un programa de de la Asamblea Popular en debatir y producir un programa a largo plazo, basado en el espíritu del Brasil que necesitamos.
De todas maneras, todas esas iniciativas importantes, no consiguieron todavía influenciar y determinar el debate entre los candidatos, en todos los niveles.

Condicionantes del melhorismo (Gobierno de Collor de Melho)
El político André Singer defiende alunas hipótesis que nos puede ayudar a entender lo que estaría aconteciendo con las masas. Según él, la principal base social del gobierno Lula y de su candidata Dilma Rouself, sería ahora un subproletariado, que es la mayor parte de la clase trabajadora brasileña pero no tiene tradición de organización ni conciencia de la lucha de clases. Mejoró sus condiciones de vida, lo que le lleva a apoyar el gobierno y a su candidata, pero sin querer disputas ni conflictos. Es el letargo de las masas que apoyan el melhorismo. Y son la mayoría de la población.

Las candidaturas a presidente/a.
Entre las candidaturas a presidente, el escenario, sus actores y el script ya están definidos. No están en juego programas de los partidos. Las siglas estábn mezcladas y, a veces, juntan intereses oportunistas y hasta antagónicos. Tampoco están en juego las biografias personales, o los compromisos con la clase trabajadora y los más pobres. lo que sí que hay son las fuerzas sociales que se alinean con este o aquel candidato, y eso está determinando el resultado electoral. cuyo desenlace tendrá pocos cambios hasta el día 3 de octubre (fecha de las elecciones).
Como afirma Joao Pedro Stedile, tras la candidatura de Serra (PSDB, derecha) están las fuerzas del capital más atrasadas y supervivientes del imperio. Los grandes bancos, la grande industria paulista, el latifundio atrasado de Kátia Abreu y el agronegocio "moderno" del etanol. Su programa es uno solo: una vuelta al mercado, a los beneficios para las empresas y a la represión para contener las demandas sociales. Sería una prioridad en el programa de las PPPs ya aplicado en Sao Paulo: privatizaciones, peajes y presidios.
La candidatura de Dilma Rouself (PT) representa la continuidad del gobierno Lula y tiene fuerzas sociales entre la burguesía más lúcida (temerosa de la reacción de las masas), sectores de la clase media que mejoraron de vida y amplios sectores de la clase trabajadora. Prácticamente todas las fuerzas populares organizadas tiene su base social apoyando esta candidatura petista (PT).
La candidatura de Marina Silva (partido verde), a pesar de sus vínculos pasados con el PT y el gobierno Lula, no ha conseguido sensibilizar a la clase trabajadora y reune apenas las fuerzas sociales representadas por sectores ambientalistas de la clase media urbana de los grandes centros. Y por eso su potencial electoral es muy pequeño.
Y, por fin, tenemos tres candidaturas de partidos de izquierda, con tres luchadores del pueblo, de compromiso histórico con la clase trabajadora. Pero ninguno de ellos ha conseguido aglutinar fuerza social organizada. Y eso impide progresos electorales.

Los movimientos sociales.
Los movimientos sociales en general, y en particular la Via Campesina, que sustentan la propuesta del periódico Brasil de Fato, han adoptado una postura política de evitar adhesiones explícitas a ninguna candidatura. Pero todos ellos manifestaron públicamente la decisión política de hacer un esfuerzo para derrotar la candidatura de Serra (PSDB). La victoria del tucano (Serra) sería una vuelta del neoliberalismo y del desprecio a los movimientos sociales. Quien tenga duda basta analizar lo que fueron los 16 años de gobierno tucano en Sao Paulo. Y con eso el candidato Serra ha sido honesto. Cuando le preguntaron en el periódico Jornal da Band lo que pensaba sobre el MST y la reforma agraria respondió secamente que íba a crear un ministerio de seguridad nacional. Más claro imposible.
Las fuerzas que lo sustentan son la burguesía más reaccionaria y corrupta del país. Y ciertamente, el departamento de estado de USA está muy implicado en su victoria, para con eso, alterar la correlación de fuerzas en America Latina y hacer que la brújula se mueva hacia la derecha y para el norte.
Por todos esos elementos nuestro periódico (Brasil de fato) se suma a la decisión política de los movimientos sociales para contribuir a la derrota de Serra, incidiendo que haya cambios progresistas en todos los niveles de las elecciones. Y que se reactive el clima de debate, de programas y de ideas de la sociedad brasileña.