Entrevista a Jon Landaluze, miembro de Komite Internazionalistak: "“El cambio se encuentra en los grupos de base” Imprimir
18/12/2009
[Diagonal] A pesar de las profundas transformaciones vividas en los últimos 30 años, los ‘komités’ siguen firmes a su ideario originario: anticapitalismo, antiimperialismo y apoyo a las organizaciones populares de base.

DIAGONAL: ¿Qué puntos en común tiene la gente que pone en marcha el KI ?
JON LANDALUZE: En sus orígenes, que se hallan en la etapa posterior al Franquismo, surge de las luchas por la democracia, con cierto sabor a frustración por el desenlace del proceso de transformación del régimen, en una Euskal Herria con izquierdas muy diversas. La postura política común es el anticapitalimo y el antimperialismo. A partir de ahí la diversidad de ideas ha marcado la historia de KI.

D.: ¿Cuáles son vuestras primeras acciones?
J.L.: Había de todo. En un primer momento hay mucho esfuerzo por llevar dinero y apoyo a los grupos guerrilleros de Centroamérica, y también por informar aquí de la situación y las luchas. Con la llegada al poder de los sandinistas hay un trabajo muy fuerte de apoyo a proyectos concretos de base. Más tarde vendría el trabajo en otros puntos geográficos como Iraq o Palestina.

D.: ¿Dónde se halla para KI la diferencia entre solidaridad internacional y solidaridad internacionalista?
J.L.: Komite tiene un discurso transformador y de base, de vincular luchas que se pueden producir en distintos territorios, también desde la perspectiva de las luchas del pueblo vasco. No se trata sólo de solidaridad, sino de apoyo, de movilización, de intercambio, de difusión de luchas. El trabajo de las ONG es más neutro y vertical, y tiene un plano estricto de solidaridad internacional que no atiende a cuestiones políticas. Hay muchas diferencias en el día a día, pero las ONG son muchas veces ‘compañeras de viaje’, con las que hay que entenderse, y que juegan un papel muy importante.

D.: En estos 30 años se han producido cambios en la realidad global. ¿Ha cambiado también vuestra forma de enfocar el trabajo?
J.L.: No. Nuestro enfoque del trabajo siempre es con las bases, sea la situación que sea. Puedes tener más o menos afinidad con un gobierno, pero donde se encuentra la transformación es en los grupos de base, en la parte organizada de la población. Cuando nosotros organizamos las brigadas de apoyo a distintos países buscamos relaciones horizontales, encontrarnos con gente como nosotros de otros lugares. Luego cada lugar tiene sus propias características.

D.: ¿Crees que la sociedad sigue igual de permeable a las luchas internacionalistas que hace 30 años?
J.L.: No. Está claro que aquella efervescencia política que se vivía a finales de los ‘70 ha bajado mucho. El neoliberalismo ha triunfado en Euskal Herria, como en el resto de Europa, a pesar de las resistencias. Pero la permanencia de un conflicto político fuerte, que genera injusticias, hace que haya todavía un sentimiento de solidaridad fuerte hacia otros pueblos. Y esto es algo que constatamos cuando vemos la cantidad de gente que se apunta a las brigadas. En pocos sitios se crean tantas como desde aquí, y eso es significativo.

D.: ¿Cómo funcionan las brigadas?
J.L.: Son grupos que, tras recibir formación, van a lugares en los que hay conflictos políticos o procesos de lucha que nos parece importante apoyar. No es lo mismo ir a Cuba, donde vas a conocer los mecanismos de organización populares, o brigadas para trabajar en el campo o pintar escuelas. En otros casos son brigadas para constatar conflictos y luchas, como puede ser en Palestina o con el Movimiento Sin Tierra en Brasil.

SOLIDARIDAD EN EUSKAL HERRIA

Komite Internazionalistak también está presente de forma activa en las luchas locales. Uno de sus empeños es el apoyo a los presos políticos vascos. El 13 de octubre KI organizó, junto a otras entidades, una manifestación en defensa de los derechos de estos presos y de su repatriación y por la liberación de aquellos que ya han cumplido condena o se encuentran enfermos.

KI también participa en el Foro Social de Euskal Herria que se celebra desde 2003. En él se discuten, entre otras cosas, soluciones ante los imperialismos. Para KI el trabajo en red es primordial, como indicó Inmanuel Tellería en Tas Tas Irratia: “Jugamos un papel importante de coordinar los movimientos sociales y de trabajar en red en otros espacios donde nos hemos sentido mucho más cómodos que trabajando solos”.

TERRITORIOS DE SOLIDARIDAD DEL KOMITE

NICARAGUA Durante los primeros años de la Revolución Sandinista, a través de KI, centenares de personas llegaron a Nicaragua con objeto de aportar no sólo apoyo político, sino también formación técnica para sentar las bases del nuevo Estado socialista. Enfrente, EE UU promovió desde Honduras la Contra, un movimiento armado que sumió al país en una nueva guerra civil.

EL SALVADOR Tras Nicaragua, KI amplía su acción solidaria a movimientos insurgentes de los países vecinos, principalmente el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional salvadoreño. Brinda su apoyo al grupo armado durante la guerra (1980-1992) y tiene un papel relevante en el proceso de paz, que culmina con la incorporación del FMLN a la vida parlamentaria del país.

CUBA Prácticamente desde su creación, Komite Internazionalistak, además de denunciar de manera permanente el bloqueo al que EE UU somete a la isla, organiza de manera regular brigadas solidarias. Su contraparte es el Partido Comunista Cubano y el Poder Popular, y la acogida de los brigadistas la realiza el Instituto Cubano de Amistad de los Pueblos.

SÁHARA OCC. KI siempre ha luchado contra el levantamiento de muros que impiden el libre movimiento de personas y crean la división entre pueblos. Uno de ellos es el levantado por Marruecos para separar a los saharauis de sus propias tierras. KI no ha cesado de reclamar la autodeterminación no sólo del pueblo saharaui sino de otras naciones sin Estado como el Kurdistán.

PALESTINA A partir de la década de los ‘90, Komite Internazionalistak ha actuado en Palestina a través de sus brigadas anuales. Para conocer esta difícil y compleja realidad social y política, ha tejido lazos con asociaciones de base, partidos políticos de izquierdas, organizaciones de mujeres, sindicatos y entidades laicas de lugares como Belén, Nablus, Gaza o Ramala.

VENEZUELA El 11 de abril de 2002, varios destacamentos militares ejecutaron un golpe de Estado para retirar del poder a Hugo Chávez. Una de las brigadistas de KI fue testigo de cómo el pueblo se echó a las calles y cómo la Brigada 42 de paracaidistas intervino para terminar con la asonada militar. Desde entonces, las brigadas de los ‘komités’ visitan cada verano el país.