[Piztu Bilbo! Itzali Mtv!] Hace unas semanas el ayuntamiento de Bilbao buzoneó lo que han llamado la carta de valores, un documento en el que tras un proceso participativo con 1400 personas, en una ciudad de 350.000 habitantes, se asumían como estratégicos y base común 17 valores para el desarrollo humano de la Villa de Bilbao. Posteriormente, alcalde y representantes de instituciones internacionales se reunieron públicamente para alardear de proceso participativo.
Desde “Piztu! Bilbo / Itzali Mtv”, asamblea que critica la ciudad basada en el turismo, la gentrificación y el macroevento (Mundiales de futbol, BBKLive, European Music Awards-Mtv ), no hemos podido dejar de fijarnos en esa carta y la contradicción estructural que la acompaña.
Desde el primer hasta el último “valor” es asumible por cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad, siendo generalmente la base de todos ellos, los derechos humanos. Por lo tanto no son los valores que aparecen en la carta lo que criticamos, si no la hipocresía de las instituciones que la promueven.
El ayuntamiento ha creado una comisión que seguirá con detalle la evolución de dicha carta, la cual no compromete a nada en absoluto, puesto que no va acompañada de propuestas o prácticas concretas, si no de compromisos vacíos y apretones de manos. Nuestra critica, se centra en el hecho de que la apuesta estratégica de las instituciones vascas, más concretamente del ayuntamiento de Bilbao y la Diputación de Bizkaia, para el desarrollo económico y social del territorio, trata precisamente de impulsar un modelo basado en la creación de empleo precario, la generación de desigualdades, la marginación de las más pobres, el consumo de nuestros espacios de vida por el capital, y la destrucción de los espacios de convivencia y solidaridad autoorganizados en los barrios. Este modelo de ciudad lleva ya más de 20 años propagándose, desde que se asumió el Efecto Guggenheim como punta de lanza para pasar de una economía basada en la explotación de una clase obrera industrial a una basada en la explotación de la ciudad misma y quienes la habitan.
Por citar solo unos ejemplos, se habla de vivir con dignidad, y se impide que quienes duerman en la calle puedan seguir haciéndolo, además de reducir los espacios para que puedan pernoctar; se habla de distribución de la riqueza, pero el modelo emprendido por el ayuntamiento hace más de 20 años ya, promueve que a dia de hoy los barrios ricos de Bilbao sean 3 veces más poderosos que los pobres; la sostenibilidad medioambiental, no contempla la eliminación de la incineradora, el cese urbanizador de bosques y parques naturales o la no-ampliación de la SuperSur; en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres, las mujeres tienen un papel prioritario en la activación y reclamación de derechos sociales, puesto que este modelo de ciudad se aprobecha de su opresión y la fomenta.
El ayuntamiento de Bilbao tiene en sus manos otra herramienta más de propaganda turística e institucional, otra carta blanca para ahondar en las desigualdad social, y el bien común de las empresas internacionales y la burguesía vasca. Por nuestra parte seguiremos criticando este modelo de ciudad que hace nuestras vidas insostenibles.
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