Última crónica mexicana: UNAM y Atenco |
07/09/2010 | |||
De vuelta a Ciudad de México para coger el avión que nos lleve de nuevo a casa, aprovechamos los dos últimos días aquí, para visitar la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Allí tuvimos la oportunidad de hablar con las gentes del Auditorio Che Guevara y disfrutar de un café en la cafetería que tiene el Comité Cerezo en la Facultad de Filosofía, devolviéndoles la visita que les prometimos cuando tres semanas atrás, recién llegados a México, nos reunimos con ellos. Así, una vez que encontramos la Facultad de Filosofía dentro del inmenso espacio que ocupa la UNAM, concimos la historia del Auditorio Ché Guevara, a través de un compa de la Galería Autónoma situada a la entrada del mismo, que nos explicó cómo el Auditorio se comenzó a utilizar como herramienta del movimiento estudiantil a partir del 68 y cómo fue el centro neurálgico de las asambleas estudiantiles durante la huelga que en 1999 paralizó durante 9 meses la actividad docente en la UNAM y que comenzó como protesta en contra de la imposición de tasas de matriculación, y de la estrategia de privatización de la Educación que el gobierno pretendía llevar a cabo. ÚLTIMO DÍA EN MÉXICO, ATENCO Y VUELTA A CASA: Aunque es nuestro último día aquí y sólo nos quedan unas horas antes de tomar esta tarde el vuelo de vuelta a casa, no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar a las gentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) en el municipio de Atenco.
Sin embargo, el gobierno no se mantuvo con los brazos cruzados y en 2006 descargó una impresionante campaña represiva contra estos pueblos. Así, persiguió, torturó y encarceló a varias de las personas que participaron en esa lucha, las últimas de las cuales hace apenas unas semanas, a principios de julio, recuperaron la libertad tras ser absolvidas de los cargos que se les imputadas. Tuvimos la ocasión por lo tanto de compartir la alegría de los compas recién salidos de prisión y de sus familiares, amigxs y compañerxs de lucha. Así, Adán, Juan, Catalina, Ediberto, Felipe, Marta, Mª Trinidad, Ignacio, Ranulfo, José Luis y las demás personas con las que compartimos esas últimas horas por estas tierras, nos expresaron en primer lugar su alegría por verse libres y su gratitud por el apoyo y solidaridad recibidas tanto desde el interior del país como desde el exterior, y en segundo lugar nos transimitieron un claro mensaje de que aquí no se ha terminado la lucha, sino que se mantienen en pie, unidos, porque todavía queda mucho por hacer tanto en sus comunidades como en el resto del país. Por eso remarcaron en repetidas ocasiones que el mensaje que querían transmitir, sí que era en parte de felicidad y agradecimiento por la solidaridad y el apoyo recibidos, pero sobre todo se fundamentaba en afirmar que no han dado ni mucho menos su lucha por terminada y que siguen además atentas a posibles nuevas estrategias represivas por parte de las autoridades. “No hemos logrado lo que necesitamos para poder decir que somos libres, no necesitamos más cárceles y ejército, sino escuelas, educación y servicios de salud…” En verdad, la situación en esta región y en todo el país es indignante, las inmensas desigualdades sociales, la corrupción, el narcotráfico, la militarización a la que el gobierno de Calderón ha sometido al país y el aumento de la represión, el hostigamiento y las desapariciones forzadas de luchadorxs sociales y defensorxs de de DDHH como consecuencia de la misma, dan la razón a los compas cuando dicen que la lucha no ha hecho más que comenzar y que es ahora cuando se debe continuar con más fuerza, convicción y empeño si cabe, para “construir la esperanza para nuestros hijos e hijas”. DESPEDIDA... Durante este mes que ha durado nuestro caminar por estas tierras hemos podido constatar efectivamente la situación de constante amenaza y hostigamiento en la que se encuentran las personas que se organizan en torno a las distintas luchas que oponen resistencia y proponen alternativas a las políticas del gobierno, dirigidas siempre al beneficio de los intereses de las grandes fortunas, las transnacionales y la propia clase política e institucional. Queremos que sean para todas ellas estas últimas líneas de las crónicas que hace aproximadamente un mes comenzamos a escribir con el objeto de difundir algunas de las luchas que aquí se dan. Tenemos que agradecerles infinitamente la atención, el cariño y el increíble trato con el que nos han recibido en sus ciudades, comunidades, hogares, familias y vidas. Será difícil olvidar sus palabras, miradas, sonrisas y testimonios. Será imposible recompensar todas y cada una de las veces en las que nos han hecho un hueco en sus vidas haciéndonos sentir tremendamente cómodxs. Volvemos a Euskal Herria con un montón de testimonios y ejemplos de dignidad en la mochila. Volvemos pero sabemos que, como dicen en Atenco esto no ha hecho más que empezar. Ahora comienza el verdadero trabajo, es ahora cuando debe comenzar la solidaridad política con las luchas que hemos conocido durante estas cuatro semanas, difundiendo lo visto, apoyando desde aquí, y teniendo presente que luchamos contra un mismo enemigo, y que frente a la globalización del saqueo, del beneficio a costa de lo que sea, de la destrucción de vidas, culturas, y ecosistemas, debemos a su vez globalizar las luchas y resistencias que se producen en los diferentes lugares del planeta, empezando en nuestros propios pueblos y ciudades, y sabiendo que no estamos solas en ese empeño, sino que somos cada vez más las personas que creemos que esto debe cambiar y que en ese sentido, la solidaridad política constituye una herramienta imprescindible para lograrlo. GORA HERRIAK!!
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