01/02/2022 |
En la edición de esta semana indagamos en las relaciones militares entre las instituciones vascas y el estado de Israel, a cuenta de un jugoso reportaje que publicaba el pasado mes de septiembre el diario El Salto-Hordago. El artículo desgranaba detalladamente los contratos millonarios entre distintas instituciones de la administración vasca y la compañía israelí Guardian Defense & Homeland Securities, dirigida por Ilan Arzoolan, ex-agente de los Servicios de Inteligencia de Israel. El reportaje se basaba en el trabajo de investigación realizado por el instituto NOVACT. Para abordar este tema contamos en nuestros micrófonos con la participación de Carlos Diaz, investigador del Observatorio de Derechos Humanos y Empresas en el Mediterráneo (ODHE) y colaborador de esta investigación. En su intervención nos explica que los servicios que ofrece esta empresa van más allá del abastecimiento de equipamiento y tecnología policial, y colaboran también en el adiestramiento y asesoramiento de los distintos cuerpos policiales. Denuncia que esta y otras empresas que colaboran con nuestras administraciones tienen una larga trayectoria de violación de derechos humanos en Palestina. Destaca, por ejemplo, el contrato para la seguridad de la Eurocopa de futbol que se debería de haber celebrado en Bilbao, y cómo a través de este tipo de contratos estas empresas van infiltrándose en la contratación pública. Denuncia que las administraciones adquieran todo este tipo de equipamientos policiales con la garantía de calidad de haber sido probados en contexto de guerra real contra los palestinos. Por otro lado, relaciona estos contratos con empresas de seguridad israelíes con la creciente militarización de la policía y el proceso de externalización de las funciones policiales. Denuncia, también, el papel de Israel en el desarrollo de tecnologías de control social y vigilancia masiva que posteriormente se utilizan en todo el mundo; como espionaje a través del teléfono móvil, tecnologías de reconocimiento facial... Son tecnologías diseñadas en contexto de guerra que aquí se utilizan para espionaje de la disidencia política o con fines comerciales en el sector privado. Opina que en el contexto de caos que estamos viviendo estamos llegando a aceptar recortes de libertades en aras de la seguridad que en otro contexto jamás hubiéramos aceptado.
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