En la última edición de Uhintifada de 2022 hemos recuperado una vieja tradición de nuestro programa que consistía en despedir el año con la crónica desde Belén. Hace un año razones de fuerza mayor nos impidieron hacerlo, ya que nuestra colaboradora habitual en Beit Sahour, en el área de Bethlehem (Cisjordania), Juani Rishmawi, se encontraba por aquel entonces cumpliendo una condena de 13 meses en una prisión militar israelí. Rishmawi reside desde hace más de 30 años en Palestina y hasta el momento de su encarcelamiento trabajaba en Health Work Committees, una organización humanitaria del ámbito sanitario que, junto con otras organizaciones del tejido asociativo palestino, fue el año pasado ilegalizada y declarada organización terrorista por el régimen de ocupación. Esta ilegalización supuso el encarcelamiento de la dirección de la organización, incluida nuestra corresponsal Juani Rishmawi, y su inhabilitación para el ejercicio de su labor humanitaria. Rishmawi nos relata en su intervención cómo sobrellevó encarcelada las festividades navideñas de hace un año, con el apoyo de sus compañeras de presidio. Tiene un especial recuerdo para las mujeres con las que compartió encarcelamiento y que cuidaron de ella en prisión. Nos cuenta que la sentencia judicial le obliga a no tener ninguna relación con su anterior organización, pero le consta que, a pesar de su ilegalización, sigue desarrollando su labor sanitaria, al igual que siguen con su actividad el resto de organizaciones criminalizadas. Por otro lado, nos habla de los preparativos de las navidades en Belén, una fecha de afluencia de turismo religioso, que supone un incentivo para el comercio y la vida en la ciudad. Explica que es muy distinto el turismo que accede en estas fechas a Belén a través de agencias israelíes, que recibe una visión muy sesgada de lo que ocurre en el territorio palestino y no deja dinero en la ciudad; y el que lo hace a través de agencias palestinas, que tiene una visión más objetiva de la realidad y consume en el territorio palestino. Denuncia que pese a lo grave de las situación en Palestina, con más de 20 muertos en el último mes, los medios no están dando ninguna información de lo que está ocurriendo, impera la ignorancia total. En contraposición destaca la visibilidad que ha tenido la solidaridad con palestina durante el mundial de fútbol. Habla también de las diferencias entre viajeros internacionales y población local respecto a las dificultades de movilidad. Explica que además de las dificultades de circulación propias del sistema de apartheid temen también por los posibles ataques de colonos a los que se exponen. Despide su crónica de fin de año con un llamamiento a la opinión pública internacional a seguir sumando todos nuestros esfuerzos para acabar con el fin del sufrimiento del pueblo palestino.
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