Komite Internazionalistak

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Después de conocer la increíble organización del asentamiento de Stª María y la cooperativa Copavi, se dispusieron a visitar el bonito pueblo de Cascavel, en el que se encontraba el acampamento 1º de Agosto. Las 5 jóvenes se quedaron anonadadas por la amplitud del lugar, donde el día en que fue ocupado lo formaban unas 1.600 familias. Jeni, una amable profesora, las acogió con mucho cariño y les mostró la organización y el día a día de éste, la secretaría, la biblioteca... Pero, lo que sin duda alguna más enterneció a las chicas fue la escuela. Una escuela itinerante que estaba muy bien organizada por edades y cursos. Y es que, el susodicho acampamento era para que la gente tuviese un lugar donde vivir antes de asentarse. Para eso había sido creado, no había ninguna intención de convertirlo en asentamiento. Esa fue la primera escuela que visitaron, pero no sería la última.
Afinaron mucho con los alumnos y las alumnas del particular colegio, quienes les contaron que eran muy felices allí y que vivían muy a gusto con sus amigos. Algunos llevaban allí toda la vida, otros en cambio, habían llegado hace pocos años, pero aún así se habían adaptado rápidamente.

También conocieron de primerísima mano las inquietudes de algunas de las familias que moraban. La mayoría de ellas soñaba con tener un trozo de tierra para ellos solos, para tener sus animales, su huerto, sus productos caseros. En fin, para sacar adelante sus familias y tener algo que dejarles a sus hijos e hijas, para darles una vida mejor.

Cuando llegó el día de partir hacia el siguiente destino las jóvenes brigadistas sintieron una impotencia incalculable al pensar en toda esa gente que las acogió con los barzos abiertos y que estaban a punto de dejar atrás.

Pero el siguiente destino las esperaba...

...continuará...