Komite Internazionalistak

8 de julio de 2009. Hoy nos hemos despertado con muchísimas ganas de trabajar, puesto que es el primer día en que vamos a colaborar en las obras de una escuela infantil como voluntarios. Se trata de la escuela infantil Ñico López, un centro educativo para niños de hasta 6 años, pequeñita y muy acogedora. Durante las tareas, donde lijamos y pintamos las paredes, pudimos disfrutar de la alegre compañía de los fiñes (niños) de la escuela y del buen humor de los obreros con los que compartimos el sudor y calor axfisiante. No sin disfrutar del gran hamaiketako que nos proporcionan con piña, mango, bananas y papayas, todo auténtica fruta tropical estupenda que nos la estamos comiendo todos lo días continuamente.

Después de comer, tuvimos la oportunidad de asistir a una charla que nos ofrecieron diferentes jóvenes trabajadores sociales, los que Fidel Castro los llamó los Médicos del Alma. Con ellos intercambiamos experiencias acerca del cuidado de personas discapacitadas (niños desamparados, enfermos que padecn VIH, enfermedades provenientes del sol, sindrome Down, sordomudos, etc...) en Cuba comparándolas con las de Euskal Herria. En total, nos quedamos muy sorprendidos de la importante y envidiable sistema social que disfrutan aquí y en la medida de lo posible lo exportan a otros países más necesitados.

A su vez, charlamos sobre muchísimos temas como la atención a los reclusos, la jubilación, los planes de captación para el trabajo a los que están desvinculados a ésto, los poquísimos casos de maltrato a mujeres, los accidentes laborales, las mínimas muertes laborales, la penalización de la droga, el acceso facilitado de la juventud a los preservativos, y otros temas sociales de gran importancia e interés.

Finalmente, acabamos el día con un rico helado cubano y con ganas de continuar el siguiente día con el trabajo voluntario.