4ª crónica desde Los Mangos en La Vega: Mujeres empoderadas |
22/09/2014 | |||
A través de Diana de Araña Feminista, la Brigada tomó contacto con el Comité de Mujeres e Igualdad de Género de la Comuna de los Mangos en el barrio de La Vega de Caracas. La Vega, como ya hemos comentado, es uno de los barrios más populares de la capital Venezolana y sus experiencias de lucha son muchas y diversas. Se trata de un área caracterizada por un urbanismo especialmente caótico, quizás más caótico, si cabe, que en el resto de los cerros que hemos visitado, y además el tráfico y la polución se hace especialmente intensa. En la parte baja y más céntrica del barrio se dispersan bloques de apartamentos burgueses entre barriadas populares; en la medida que nos adentramos en los sinuosos cerros que configuran el barrio, las viviendas populares cobran protagonismo y las casitas de ladrillo descubierto con tejados de aluminio se agolpan de forma vertiginosa dibujando las grandes pendientes de los cerros caraqueños. No es de extrañar que el Movimiento de pobladoras y pobladores y los comités por el derecho a la tierra hayan tomado especial relevancia en este entorno. Tampoco es de extrañar que la primera de las experiencias de la que nuestras anfitrionas nos quieren hacer partícipes trata sobre un problema prioritario que se está intentando solucionar in situ en el mismo momento en que llegamos: las obras para la canalización de las aguas que provienen de los sectores más altos de La Vega no están terminadas en su tramo final y las familias afectadas están haciendo llegar sus quejas a representantes municipales y comunales. Tras la corta visita a las obras, las mujeres de la comuna nos ofrecen hospitalidad en una de las casas más emblemáticas de la comunidad, la casa de una de las más veteranas luchadoras de Los Mangos, sede actual de la comisión electoral de la Comuna y hogar que durante años acogió a la Misión Barrio Adentro con los médicos y médicas cubanas a la cabeza. Alrededor de una mesa la brigada comparte experiencias y vivencias con tres mujeres de diferentes generaciones. Nos transmiten con orgullo los logros del barrio, a la vez que traslucen su protagonismo sobre los mismo, los cuales han supuesto cambios radicales tanto a nivel colectivo como individual. Nos dan cuenta de los logros, la dignidad, los derechos, la justicia social que las mujeres del barrio han obtenido gracias a las misiones y los proyectos bolivarianos: Madres de Barrio, Misión Sucre (llevar la universidad a los barrios), planes vacacionales… Estas mujeres, a la pregunta sobre las perspectivas de futuro, ponen su pleno voto de confianza en el presidente Maduro, como legado de Chávez al que en todo momento tienen presente y muestran efusivas muestras de cariño. Nos informan de los aspectos más avanzados de la ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, aprobada en 2007. El texto identifica hasta diecinueve tipos de violencia. Coincidimos en que este aspecto es muy importante, porque violencias más difíciles detectar como la simbólica están presentes y otras que tradicionalmente los gobiernos han negado incluso promovido, como la violencia institucional, patrimonial u obstétrica también aparecen legisladas. Comparamos la ley española y la venezolana, existen diferencias sobre el papel y a la pregunta sobre la realidad, estas mujeres se muestran más optimistas que nosotras. La burocracia o los obstáculos ideológicos que hacen fracasar la ley española, según estas mujeres no se reproduce de forma tan grave en Venezuela: los mismos consejos comunales tienen la potestad de presentar denuncias y la cultura social de los barrios es más de puerta hacia fuera, que hacia dentro, las vidas cotidianas se desarrolla de cara a la calle y los casos de violencia pueden ser más fácilmente identificados y denunciados. A pesar de los avances y del optimismo que nos transmiten las mujeres de Los Mangos, posteriormente hemos podido constatar que en otros muchos casos la justicia no funciona también como debería, el caso más sangrante son las denuncias por “Acceso carnal violento” en la vida en parejal. Aun así, continúa siendo un avance importante identificar y legislar este tipo de violencia.
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