UHintifada
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17/01/2023 |
En la primera edición de 2023 charlamos desde Barcelona con Laurent Cohen Medina, integrante del colectivo Junts, Associació Catalana de Jeus i Palestinas, a raíz de un artículo que publicaba el pasado 15 de diciembre en distintos medios de la prensa catalana con un título significativo: Soy judío antisionista y antirracista. En su intervención este traductor nacido en Francia el seno de una familia judía de Egipto nos explica la trayectoria personal y política que le ha llevado a militar en el movimiento de judíos antisionistas. Nos relata cómo se conformó la asociación Junts en el contexto de la masacre "Plomo Fundido" contra la población civil de Gaza a finales de 2018, sobre el análisis común de que la ocupación de Palestina es consecuencia de un colonialismo de asentamientos, y con el fin de trabajar en solidaridad con Palestina a través de la campaña de boicot. Explica que esta asociación es además una de las integrantes de la coalición Prou Conplicitat amb Israel. Expresa la rabia que les supone como judío la retórica israelí que califica de manera sistemática como "antisemita" a cualquier persona crítica con las políticas del régimen sionista, y lo considera un insulto a las víctimas del genocidio nazi. Explica que como él es judío antisionista, no es necesario se judío para ser sionista, y prueba de ello es el ideario pro-israelí en el que coinciden las derechas españolista e independentista en Catalunya. Nos cuenta que el pasado mes de marzo los partidos de la izquierda y la socialdemocracia aprobaron en el Parlament de Catalunya una moción promovida por Prou Complicitat amb Israel, la coalición a la que pertenece su asociación, en la que se reconoce que Israel es un estado de apartheid. Vincula el régimen de legalidad de apartheid que impera en Palestina con la esencia misma del colonialismo de asentamientos que impulsa el sionismo. Así pues, todo este entramado legal de apartheid obedecería a un fin último que consiste en el sometimiento de la población nativa palestina. En consecuencia con la aprobación de la moción en el Parlament, desde la coalición están promoviendo una campaña para cancelar el hermanamiento entre el Ayuntamiento de Barcelona y el de Tel Aviv, un acuerdo que data de los tiempos de los acuerdos de Oslo y que consideran a día de hoy anacrónico, tras haberse constatado el fracaso de aquellos acuerdos. Considera que, mientras Israel siga violando los derechos humanos, son inaceptables este tipo de relaciones institucionales. Explica que el entramado de relaciones entre Europa e Israel es tupido, y más allá de las relaciones institucionales, se extiende también a los ámbitos académico, cultural, comercial, militar y armamentístico. Denuncia que Israel comercializa tecnología militar con la garantía de haber sido probada en contexto de combate real y finaliza sentenciando que hay que seguir presionando para interrumpir todas esas relaciones.
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UHintifada
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26/12/2022 |
En la última edición de Uhintifada de 2022 hemos recuperado una vieja tradición de nuestro programa que consistía en despedir el año con la crónica desde Belén. Hace un año razones de fuerza mayor nos impidieron hacerlo, ya que nuestra colaboradora habitual en Beit Sahour, en el área de Bethlehem (Cisjordania), Juani Rishmawi, se encontraba por aquel entonces cumpliendo una condena de 13 meses en una prisión militar israelí. Rishmawi reside desde hace más de 30 años en Palestina y hasta el momento de su encarcelamiento trabajaba en Health Work Committees, una organización humanitaria del ámbito sanitario que, junto con otras organizaciones del tejido asociativo palestino, fue el año pasado ilegalizada y declarada organización terrorista por el régimen de ocupación. Esta ilegalización supuso el encarcelamiento de la dirección de la organización, incluida nuestra corresponsal Juani Rishmawi, y su inhabilitación para el ejercicio de su labor humanitaria. Rishmawi nos relata en su intervención cómo sobrellevó encarcelada las festividades navideñas de hace un año, con el apoyo de sus compañeras de presidio. Tiene un especial recuerdo para las mujeres con las que compartió encarcelamiento y que cuidaron de ella en prisión. Nos cuenta que la sentencia judicial le obliga a no tener ninguna relación con su anterior organización, pero le consta que, a pesar de su ilegalización, sigue desarrollando su labor sanitaria, al igual que siguen con su actividad el resto de organizaciones criminalizadas. Por otro lado, nos habla de los preparativos de las navidades en Belén, una fecha de afluencia de turismo religioso, que supone un incentivo para el comercio y la vida en la ciudad. Explica que es muy distinto el turismo que accede en estas fechas a Belén a través de agencias israelíes, que recibe una visión muy sesgada de lo que ocurre en el territorio palestino y no deja dinero en la ciudad; y el que lo hace a través de agencias palestinas, que tiene una visión más objetiva de la realidad y consume en el territorio palestino. Denuncia que pese a lo grave de las situación en Palestina, con más de 20 muertos en el último mes, los medios no están dando ninguna información de lo que está ocurriendo, impera la ignorancia total. En contraposición destaca la visibilidad que ha tenido la solidaridad con palestina durante el mundial de fútbol. Habla también de las diferencias entre viajeros internacionales y población local respecto a las dificultades de movilidad. Explica que además de las dificultades de circulación propias del sistema de apartheid temen también por los posibles ataques de colonos a los que se exponen. Despide su crónica de fin de año con un llamamiento a la opinión pública internacional a seguir sumando todos nuestros esfuerzos para acabar con el fin del sufrimiento del pueblo palestino.
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12/12/2022 |
Coincidiendo con las fechas otoñales se lleva a cabo anualmente en Palestina la campaña de la cosecha de la aceituna. Esta labor ancestral, principal fuente de sustento para miles de familias, se ha convertido en las últimas décadas en una actividad de riesgo por el acoso constante de las hordas de colonos incontrolados que dirigen sus ataques contra las agricultoras palestinas durante la cosecha. Es por ello que las campesinas palestinas llevan años llamando a la solidaridad de las activistas internacionalistas que puedan acudir a arroparles con su presencia en esta tarea tan expuesta. Unadikum es una de las organizaciones que acude a este llamamiento organizando brigadas internacionalistas que, además de acompañar a las campesinas en la recolecta de la oliva, realizan un tour político recogiendo testimonios de la situación en Palestina bajo ocupación. Charlamos en la edición de esta semana con Agus Gorbea, militante de Ongi Etorri Errefuxiatuak e integrante de una de estas brigadas que viajó a Palestina el pasado mes de octubre. Gorbea nos explica en su intervención que alrededor de 100.000 familias viven de la aceituna en Cisjordania, pero que los colonos sionistas impiden con sus agresiones la cosecha. En concreto, en los primeros 10 días de octubre se registraron más de 100 ataques de colonos a agricultoras. Nos cuenta que mientras el régimen sionista califica de antisemitas a las activistas solidarias con Palestina, en la campaña de la oliva hay también activistas judíos que acompañan a las campesinas palestinas. Explica que durante su viaje participaron también en varias manifestaciones de protesta contra la ocupación, y tuvieron contactos con organizaciones políticas y sociales palestinas. Uno de los objetivos del recorrido fue Nablus, que en los últimos meses se ha convertido en un importante foco de enfrentamiento con las fuerzas de ocupación, tras la conformación de un nuevo grupo armado de resistencia sin relación con las facciones políticas tradicionales, los Guardianes de la Guarida del León. Relata las incursiones nocturnas del ejército de las que fueron testigos. Denuncia que estos grupos de la resistencia están sufriendo la represión no sólo de las fuerzas de la ocupación, sino también de la Autoridad Nacional Palestina. De su experiencia en las manifestaciones en las que participó, nos habla de la tecnología represiva que se emplea en territorio palestino, y denuncia que Palestina es el campo de pruebas de estas tecnologías de guerra que luego se exporta a todo el mundo con la garantía de haber sido probada en combate. Viajaron también al campo de refugiados de Jenin, otro punto importante de conflicto, donde visitaron el Teatro de la Libertad y el lugar donde en mayo fue ejecutada la periodista palestina Shreen Abu Akleh. Otro de los objetivos del viaje fue el valle del Jordán, en la zona bajo control militar, otrora vergel de Cisjordania y convertido hoy en un desierto, por el robo de los acuíferos por parte de la fuerza ocupante. Nos habla de las dificultades de acceso y movilidad por el territorio de Cisjordania, y cómo estas dificultades son aún mayores para la población nativa palestina por la presencia de los check-points. Además, las organizaciones políticas, sociales y humanitarias con las que habitualmente se organizaban estas brigadas han sido declaradas terroristas durante el último año. Finaliza reconociendo que aunque antes del viaje tenía bastante información sobre lo que ocurría en Palestina, hasta que lo vio in situ no se imaginaba que pudiera haber tanta crueldad, tanta maldad, tanta impunidad y tanta resistencia por parte del pueblo palestino.
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01/12/2022 |
El pasado 4 de octubre se presentaba en el Congreso de los Diputados español una Proposición de Ley que, de prosperar, equiparará el antisionismo al antisemitismo; o lo que es lo mismo; considerará como antisemitismo cualquier crítica a las políticas genocidas de Israel o cualquier llamamiento al boicot contra el régimen de apartheid. La propuesta, si saliera adelante, sentaría las bases para la criminalización del movimiento solidario con Palestina en el estado español. Al hilo de la presentación de esta iniciativa legislativa, el 15 de noviembre participaban en una conferencia en el propio parlamento representantes de organizaciones judías antisionistas con el fin de desmontar la premisa falsa que motiva esta propuesta. Entre ellos intervenía nuestra interlocutora de esta semana: Liliana Cordova Kaczerginski. Cordova proviene de una familia superviviente de la ocupación nazi de Lituania durante la Segunda Guerra Mundial y a día de hoy milita en la Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN). Nos cuenta en su intervención que esta ley fue aprobada en la Asamblea de Madrid por Vox y PP, y llevada al Congreso donde recibió el apoyo para su aprobación a trámite del PSOE. Critica el posicionamiento de formaciones como ERC y EH Bildu que evitaron posicionarse no participando de la votación. Explica que la ley difícilmente será aprobada, o al menos en los términos que se ha presentado, pero que de hacerlo supondría la criminalización de cualquier crítica a Israel y la censura de cualquier movimiento organizado de solidaridad con Palestina. Denuncia que existe una relación directa de la extrema derecha en el estado español con el lobby sionista, y que son ellos quienes están detrás de esta iniciativa parlamentaria. Reivindica el papel de los judíos antisionistas, que considera el talón de Aquiles de la propaganda sionista, porque difícilmente les pueden acusar de antisemitas, y denuncia que Israel trata de anularlos desprestigiándolos. Así y todo, considera que los judíos que se posicionan visible y contundentemente contra Israel son una minoría. Explica a qué situación legal se enfrenta el movimiento de solidaridad con Palestina en otros países. Expresa el desgaste que supone estar siempre justificándose ante el discurso sionista que relaciona la solidaridad con Palestina con el antisemitismo. Denuncia que las voces judías antisionistas no tienen espacio en los medios de la prensa hegemónica por la capacidad de presión del lobby sionista asociado a la extrema derecha en el estado español. Lamenta que dentro de la sociedad israelí las voces que se oponen al régimen son muy minoritarias, ya que es muy difícil que alguien se oponga a sus privilegios dentro de una sociedad colona, por lo que, en su opinión, no cabe esperar ningún cambio proveniente de la sociedad israelí.
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UHintifada
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23/11/2022 |
En la edición de esta semana os presentamos un nuevo proyecto comunicativo que pone en el foco de atención a Palestina, Al Falasteniyeh, una red de medios de comunicación palestinos e internacionalistas coordinados en distintas partes del mundo, que surge con la vocación de dar voz a las palestinas que resisten a la ocupación en los territorios entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, y a quienes desde la diáspora luchan por la liberación y el retorno. Para presentarnos este proyecto periodístico contamos en los micrófonos de Uhintifada con una de sus coordinadoras en el estado español: Judit Rodriguez Fernandez. Rodriguez nos explica que Al Falasteniyeh no reconoce al la potencia colonial israelí ni al estado sionista, y pretende ser una herramienta de empoderamiento para la resistencia palestina. Funciona como una red de equipos autónomos con delegaciones, entre otros en Cisjordania, Gaza o los campamentos de refugiados de Líbano. En su intervención analiza el tratamiento informativo que se da a la cuestión palestina en los grandes medios hegemónicos. Denuncia que los medios sólo ponen el foco en Palestina cuando el régimen israelí comete una masacre especialmente masiva, lo que contribuye a deshumanizar y victimizar a la población palestina. Considera que es necesario dar voz también a la pluralidad y riqueza de la cultura palestina, y visibilizar también la capacidad del pueblo palestino para organizarse y resistir a la ocupación. Critica que la dialéctica que emplean los medios de la prensa generalistas contribuye a consolidar el relato sionoista. Respecto a las redes sociales, denuncia tanto la censura que se aplica a los contenidos sobre Palestina como la imagen sesgada que se da del pueblo palestino. En ese sentido, explica que la prensa tiene una estructura de propiedad capitalista por lo que detrás de los grandes grupos de comunicación mediática hay intereses que promueven el relato oficial del estado de Israel. Destaca la importancia de acudir a otras fuentes de documentación para construir un relato alternativo. En el caso de Al Falasteniyeh se nutre los testimonios de las palestinas, de las que participan activamente en la resistencia, de sus organizaciones políticas, culturales y sociales; y de diferentes medios palestinos e internacionalistas. Explica que algunos de los colaboradores de la red desarrollan su actividad en condiciones muy difíciles; ya sea en lugares como Gaza o los campamentos de Líbano, donde carecen de los recursos más básicos para realizar su trabajo; o en lugares como EEUU, Alemania y Francia, donde deben de hacer frente a la represión contra cualquier movimiento organizado o proyecto político o informativo de solidaridad con Palestina. Finaliza manifestando su voluntad de seguir trabajando hasta que se libere a Palestina desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo.
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