27/04/2022 |
Las últimas semanas han levantado un gran revuelo las informaciones publicadas por el laboratorio Citizen Lab y la revista The New Yorker según las cuales los servicios secretos del estado español espiaron a decenas de personas del ámbito político independentista a través de un software de vigilancia insertado sin su conocimiento en sus teléfonos móviles personales. La mayoría eran políticos destacados durante el proceso independentista catalán, pero había también algún que otro vasco. Pegasus, que es como se conoce a este programa informático de vigilancia masiva, ha sido creado por la empresa israelí NSO Group y tiene la capacidad de insertarse en un dispositivo móvil y controlarlo sin conocimiento del propietario. En cualquier caso, para cuando aquí hemos sido conscientes de ello, en Palestina llevan varios años denunciando que los servicios de inteligencia del régimen sionista han utilizado de modo masivo Pegasus y otros programas espías para vigilar a activistas de derechos humanos y periodistas. Muestra de ello es la entrevista que manteníamos hace tres años con el periodista Eugenio Garcia Gascon y que hemos recuperado para este programa por su plena vigencia y esperando que nos sirva para profundizar en este tema.
García Gascón es un reputado periodista y escritor afincado durante más de tres décadas en Oriente Medio. Colabora con distintos medios como el diario Público. Charlábamos con él a raíz de un artículo en el que se hacia eco de la denuncia interpuesta ante los tribunales israelíes por Amnistia internacional contra NSO Group Technologies; empresa de espionaje israelí con estrechos vínculos con el ejército de ocupación responsable del programa informático de vigilancia masiva Pegasus. Señala en su información que éste y otros programas desarrolados por empresas israelíes son utilizados por regímenes de dudosa calidad democrática en todo el mundo para manipular e influir en procesos electorales locales y espiar a activistas de DDHH, favoreciendo así a fuerzas de la extrema derecha aliadas de Israel. Explica que entre los objetivos de estas redes de espionaje israelíes estarían activistas del movimiento BDS, especialmente en los lugares donde la campaña es más activa. Remarca que Israel es un estado puntero en programas y tecnología aplicados al espionaje y el control social, que es lo que luego exportan al mundo con el sello de garantía de haber sido utilizados en contexto de guerra real.
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12/04/2022 |
En la edición de esta semana contamos con la participación de una invitada muy especial, la trabajadora humanitaria y colaboradora de nuestro programa en Bethlehem (Cisjordania), Juani Rishmawi. Rishmawi lleva más de tres décadas viviendo en Palestina donde ha desempeñado su actividad en la organización sanitaria local Health Work Committees (HWC). El pasado 13 de abril de 2021 era arrestada con nocturnidad en su vivienda de Beit Sahour. Desde entonces ha sido sometida al régimen jurídico militar israelí y ha pasado más de diez meses en prisión por su trabajo humanitario en Palestina, hasta que fue puesta en libertad el pasado 7 de febrero. En su intervención nos cuenta el calvario de arresto, interrogatorios, aislamiento, traslados de prisión y sucesivos aplazamientos de juicios a los que se ha visto sometida en este tiempo. Explica que los protocolos que se le han aplicado son los mismos que habitualmente se aplica a la población palestina, que ha sido utilizada como un chivo expiatorio y que con su encarcelamiento se ha querido dar un golpe de efecto para criminalizar a organizaciones humanitarias palestinas que posteriormente han sido ilegalizadas. Reconoce que, pese a ser inocente, fue obligada a reconocer varios de los cargos que le imputaron a cambio de ver reducida su condena, algo que también es un procedimiento habitual cuando carecen de pruebas para sustentar la acusación. Recuerda que varios compañeros de HWC, entre ellos la directora, continúan en prisión; pero que a pesar de ello continúan con su labor sanitaria. En cualquier caso, a ella se le ha prohibido seguir en contacto con la que fuera su organización. Agradece el arrope que ha recibido por parte de las mujeres palestinas con las que ha compartido presidio y nos cuenta algunos de los casos más graves que ha conocido en prisión. Remarca que tras su paso por prisión ha adoptado el compromiso de dar voz a estas mujeres y visibilizar su situación. Agradece también toda la campaña de solidaridad que se ha organizado en torno a su caso y considera que ha servido para dejar en evidencia la crueldad e irracionalidad del régimen israelí.
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05/04/2022 |
El pasado 26 de marzo el colectivo Sodepaz celebraba el la sociedad Ardatza de Donostia un encuentro gastronómico que contó con la participación de Nisreen Mashaal, cocinera palestina originaria del campo de refugiados de Dheisheh, en el area de Bethlehem, quién instruyó a los presentes sobre las técnicas de elaboración de varios platos típicos palestinos. La sesión culinaria servía además de excusa para conocer las experiencias de las refugiadas palestinas. Aprovechamos su visita a Euskal Herria para charlar con Mashaal en los micrófonos de Uhintifada. En su intervención nos contó su historia familiar. Pese a haber nacido en Jerusalem y vivido en el campo de Dheisheh, su familia es originaria de poblaciones del área ocupada por los colonos sionistas en 1948, y huyeron de allí buscando en refugio en el campo de refugiados. Nos cuenta que su familia siempre ha mantenido viva la esperanza de regresar a sus pueblos originales. Ella lo hizo en una ocasión de manera clandestina y comprobó como la casa de sus abuelos está hoy en día ocupada por colonos judíos. Mashaal viajó al pueblo familiar oculta en el coche de una activista estadounidense con el objetivo de recoger piedras para la tumba de su padre, que murió sin ver cumplido su sueño de regresar a su tierra originaria. Relata las condiciones de vida en el campo de refugiados, que califica como una cárcel gigante. Habla de incursiones diarias del ejército ocupante y de unas condiciones de vida insoportables, lo que le llevó hace tres años a buscar refugio con sus hijos en Madrid. Nos habla también de la cocina tradicional palestina y de cómo la ocupación condiciona no solo la gastronomía sino también el acceso a la alimentación. Denuncia especialmente la situación de Gaza donde pese a estar en la costa no tienen acceso al mar y al pescado por culpa del asedio impuesto por Israel. Critica que Israel, al ser un estado artificial que carece de cualquier tipo de acervo cultural previo a su fundación, se ha apropiado de muchos aspectos de la cultura local palestina, entre ellos de la gastronomía, que utiliza injustamente como propia. Explica que mantiene el contacto con su familia en Palestina y que sigue con preocupación la actualidad política, y reivindica que no son refugiados, sino que están refugiados, y que pese a vivir en el exilio mantienen viva la esperanza de volver algún día a la tierra de la que fue expulsada su familia, porque la ocupación israelí no puede durar para siempre.
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22/03/2022 |
La semana pasada se presentaba en varios puntos de Euskal Herria el dossier de la coalición "CAF bájate del tren del apartheid israelí", que recoge la actividad de dos años de andadura de esta campaña para que la compañía guipuzcoana se retire del proyecto de construcción de una linea del tranvía de Jerusalén que unirá las colonias ilegales en territorio ocupado con el núcleo urbano de la capital jerosimilitana. La campaña contra este proyecto que vulnera claramente la legalidad internacional se ponía en marcha en Euskal Herria secundada por más de 70 organizaciones que se adherían al llamamiento y en menos de dos años se extendía a todo el mundo, al ser asumida e impulsada por el movimiento internacional de BDS contra el apartheid israelí. Para repasar las acciones llevadas a cabo durante estos dos años y que recoge este informe charlamos con Ester Muñoz, militante del grupo de BDS en Gasteiz. Muñoz repasa las acciones realizadas en el contexto de esta campaña y denuncia la escasa cobertura mediática que han tenido en la prensa vasca que, salvo honrosas excepciones, ha invisibilizado a este movimiento, por la gravedad que supone el hecho de que una empresa con el arraigo de CAF esté participando en una violación flagrante del derecho internacional. Destaca la gravedad del proyecto, motivo por el cual se han organizado campañas contra los intereses de CAF en todo el mundo, y desgrana algunas de las principales acciones contra la compañía de Beasain en el panorama internacional. Nos relata en qué punto se encuentran la construcción de la linea de tranvía en Jerusalén, la campaña contra esta infraestructura y qué mella ha hecho esta campaña de boicot a la imagen corporativa de CAF. Finaliza invitándonos a sumarnos a la campaña e informarnos a través de sus redes sociales. En otro orden de cosas, nos hacemos eco de la campaña para la liberación del niño palestino Ahmad Manasra, de 13 años, encarcelado en las prisiones militares del régimen de ocupación y sometido a graves torturas durante su dentención.
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17/03/2022 |
El pasado 14 de febrero la organización Paz con Dignidad organizaba el seminario online "Nuevas narrativas para explicar la ocupación de Palestina", en el que se dieron cita profesionales del periodismo y activistas reflexionando en torno al tratamiento periodístico de la ocupación y la resistencia en Palestina. El eje principal de este encuentro fue la exposición de Lubnah Shomali, representante de la organización palestina Badil Center, de asistencia a los derechos de la población refugiada palestina. Recogemos la intervención de Shomali en la que habla de la importancia de la terminología a la hora de abordar la cuestión palestina. Hace un recorrido histórico por lo que ha calificado como Nakba continua, es decir, la expulsión y desplazamiento constante de la población autóctona palestina desde el momento de la creación del estado de Israel hasta nuestros días. Critica que en los medios de comunicación hegemónicos no hay lugar para los crímenes contra la humanidad perpetrados por Israel, y que normalmente se utiliza una terminología que dulcifica estos crímenes; como, por ejemplo, hablar de "conflicto". Denuncia que Israel ejerce una violencia estructural que obliga a la población palestina a desplazarse y ser sustituida por población colona. Se trata de una colonización, que es un crimen contra la humanidad, y no de un "asentamiento". Defiende también la utilización del término "apartheid", reconocido ya por estamentos como la ONU, y que tampoco tiene cabida en la prensa generalista. Ante este crimen de colonización reivindica el derecho que les asiste según la legalidad internacional internacional a la resistencia por cualquiera de los medios. Por lo tanto, la resistencia palestina, armada o no, no se puede calificar como terrorismo porque está asistida por el derecho internacional.
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