07/02/2023 |
El pasado 26 de enero el ejército de ocupación israelí perpetraba nuevamente una cruenta masacre en el campo de refugiados de Jenin, al norte de Cisjordania, que se saldaba con el asesinato de 11 personas y más de 20 heridas. La matanza ha desencadenado una reacción de acciones aisladas de resistencia en Cisjordania y Jerusalem, que han sido duramente reprimidas por las fuerzas de ocupación. El gobierno israelí de extrema derecha, por su parte, ha anunciado reformas legales que limitarán más aún las libertades de la población nativa palestina, como son los castigos colectivos sistemáticos contra el entorno familiar de los activistas involucrados en acciones de resistencia y la liberalización de la posesión de armas entre la población colona. Para analizar el contexto histórico y la situación actual en Cisjordania y en especial en Jenin, charlaremos con Mazzed Khalilia, miembro de la comunidad palestina en Catalunya y originario de la localidad norteña. En su intervención Khalilia nos explica que la masacre del 26 tuvo como detonante una incursión del ejército para ejecutar a unos activistas de la resistencia y acabaron asesinando a 11 civiles e hiriendo a decenas en un barrio de un kilómetro cuadrado. Nos cuenta que Jenin tiene una larga historia de resistencia. Relata cómo teniendo él siete años vio cómo un soldado de la ocupación le rompía las costillas a su madre con su M16 ante sus ojos y cómo episodios como ese han marcado la vida de la población nativa palestina. Comenta que las nuevas generaciones de palestinos que no han conocido las anteriores intifadas están auto-organizándose al margen de las facciones políticas tradicionales, y que eso da mucho miedo a la fuerza ocupante, porque se escapa de su control. Explica que las acciones de respuesta que se han llevado a cabo en Jerusalem en los días posteriores a la masacre de Jenin han sido protagonizadas por jóvenes que han crecido bajo la represión israelí y que han nacido en familias marcadas por una larga historia de represión. Denuncia que las reformas legales que plantea la administración israelí de aplicar castigos colectivos a la población palestina son medidas desesperadas, porque Israel ha perdido el control de la situación, pero tampoco son nada nuevo, de hecho los palestinos llevan décadas sufriendo castigos colectivos, como la expulsión de un millón de nativos palestinos en la Nakba. Finalmente, subraya la importancia de promover el boicot a los intereses de Israel y de mantenerse informado de la situación de Palestina a través de fuentes de información alternativas. En ese sentido, explica que en el caso de Barcelona están impulsando una campaña para que se interrumpan las relaciones institucionales de hermanamiento con el Ayuntamiento de Tel Aviv.
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31/01/2023 |
En la edición de esta semana conversamos en los micrófonos de Uhintifada con Dunia y Eider, integrantes del colectivo Sare Lesbianista de Bilbo, que el pasado otoño participaron en una brigada a Palestina coordinada por la organización Unadikum con motivo de la campaña de la recogida de la aceituna. En concreto, charlamos con ellas de una de las etapas del viaje que les llevó al valle del Jordán y de la realidad de la ocupación en esta región de Cisjordania. Nos cuentan que esta región de la ribera del río Jordán, por su riqueza natural y agrícola, es de un alto valor estratégico, lo que le llevó tras los acuerdos de Oslo a convertirse en zona C, o zona bajo control militar de la fuerza ocupante. La consecuencia es que la población palestina de esta comarca vive bajo una situación administrativa diferente a la de las áreas A o B (ghettos bajo administración de la Autoridad Nacional Palestina y territorios bajo administración compartida), en la que la fuerza ocupante les deniega sistemáticamente los permisos de edificación y derriba las viviendas e infraestructuras palestinas. Ante esta situación la población palestina se ve abocada a vivir en haimas o infraviviendas precarias. Nuestras invitadas convivieron con la gente palestina del valle del Jordán y conocieron muy de cerca esta situación. Nos explican que ante esta circunstancia las palestinas del Jordán han agudizado el ingenio y han puesto en marcha una iniciativa a través de la cual invitan a la comunidad solidaria internacional a acudir a esta región y ayudarles a construir viviendas exprés en 24 horas. Esta campaña trata de, aprovechándose de un entresijo legal, erigir viviendas antes de que sea emitida la orden de demolición, en aproximadamente en 24 horas; con lo cual, al tratarse de una construcción consolidada, se ve sujeta a un procedimiento legal diferente que puede dilatarse en el tiempo. Desde la comunidad de agricultoras del valle del Jordán hacen un llamamiento a acudir a la región y conocer su realidad, además de participar en esta acción de construcciones expres. Para ello han facilitado varios medios para contactar con ellas, a través del mail
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o la cuenta de instagram agricultural_volunteering_jv. Finalizan resaltando la importancia de viajar a Palestina con este u otros proyectos y dar testimonio de la realidad de la ocupación. Por otro lado, hemos dedicado el repaso de actualidad a traer las últimas noticas de la masacre perpetrada por las fuerzas de ocupación israelí durante la mañana del 26 de enero en el campo de refugiadas de Jenin.
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17/01/2023 |
En la primera edición de 2023 charlamos desde Barcelona con Laurent Cohen Medina, integrante del colectivo Junts, Associació Catalana de Jeus i Palestinas, a raíz de un artículo que publicaba el pasado 15 de diciembre en distintos medios de la prensa catalana con un título significativo: Soy judío antisionista y antirracista. En su intervención este traductor nacido en Francia el seno de una familia judía de Egipto nos explica la trayectoria personal y política que le ha llevado a militar en el movimiento de judíos antisionistas. Nos relata cómo se conformó la asociación Junts en el contexto de la masacre "Plomo Fundido" contra la población civil de Gaza a finales de 2018, sobre el análisis común de que la ocupación de Palestina es consecuencia de un colonialismo de asentamientos, y con el fin de trabajar en solidaridad con Palestina a través de la campaña de boicot. Explica que esta asociación es además una de las integrantes de la coalición Prou Conplicitat amb Israel. Expresa la rabia que les supone como judío la retórica israelí que califica de manera sistemática como "antisemita" a cualquier persona crítica con las políticas del régimen sionista, y lo considera un insulto a las víctimas del genocidio nazi. Explica que como él es judío antisionista, no es necesario se judío para ser sionista, y prueba de ello es el ideario pro-israelí en el que coinciden las derechas españolista e independentista en Catalunya. Nos cuenta que el pasado mes de marzo los partidos de la izquierda y la socialdemocracia aprobaron en el Parlament de Catalunya una moción promovida por Prou Complicitat amb Israel, la coalición a la que pertenece su asociación, en la que se reconoce que Israel es un estado de apartheid. Vincula el régimen de legalidad de apartheid que impera en Palestina con la esencia misma del colonialismo de asentamientos que impulsa el sionismo. Así pues, todo este entramado legal de apartheid obedecería a un fin último que consiste en el sometimiento de la población nativa palestina. En consecuencia con la aprobación de la moción en el Parlament, desde la coalición están promoviendo una campaña para cancelar el hermanamiento entre el Ayuntamiento de Barcelona y el de Tel Aviv, un acuerdo que data de los tiempos de los acuerdos de Oslo y que consideran a día de hoy anacrónico, tras haberse constatado el fracaso de aquellos acuerdos. Considera que, mientras Israel siga violando los derechos humanos, son inaceptables este tipo de relaciones institucionales. Explica que el entramado de relaciones entre Europa e Israel es tupido, y más allá de las relaciones institucionales, se extiende también a los ámbitos académico, cultural, comercial, militar y armamentístico. Denuncia que Israel comercializa tecnología militar con la garantía de haber sido probada en contexto de combate real y finaliza sentenciando que hay que seguir presionando para interrumpir todas esas relaciones.
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26/12/2022 |
En la última edición de Uhintifada de 2022 hemos recuperado una vieja tradición de nuestro programa que consistía en despedir el año con la crónica desde Belén. Hace un año razones de fuerza mayor nos impidieron hacerlo, ya que nuestra colaboradora habitual en Beit Sahour, en el área de Bethlehem (Cisjordania), Juani Rishmawi, se encontraba por aquel entonces cumpliendo una condena de 13 meses en una prisión militar israelí. Rishmawi reside desde hace más de 30 años en Palestina y hasta el momento de su encarcelamiento trabajaba en Health Work Committees, una organización humanitaria del ámbito sanitario que, junto con otras organizaciones del tejido asociativo palestino, fue el año pasado ilegalizada y declarada organización terrorista por el régimen de ocupación. Esta ilegalización supuso el encarcelamiento de la dirección de la organización, incluida nuestra corresponsal Juani Rishmawi, y su inhabilitación para el ejercicio de su labor humanitaria. Rishmawi nos relata en su intervención cómo sobrellevó encarcelada las festividades navideñas de hace un año, con el apoyo de sus compañeras de presidio. Tiene un especial recuerdo para las mujeres con las que compartió encarcelamiento y que cuidaron de ella en prisión. Nos cuenta que la sentencia judicial le obliga a no tener ninguna relación con su anterior organización, pero le consta que, a pesar de su ilegalización, sigue desarrollando su labor sanitaria, al igual que siguen con su actividad el resto de organizaciones criminalizadas. Por otro lado, nos habla de los preparativos de las navidades en Belén, una fecha de afluencia de turismo religioso, que supone un incentivo para el comercio y la vida en la ciudad. Explica que es muy distinto el turismo que accede en estas fechas a Belén a través de agencias israelíes, que recibe una visión muy sesgada de lo que ocurre en el territorio palestino y no deja dinero en la ciudad; y el que lo hace a través de agencias palestinas, que tiene una visión más objetiva de la realidad y consume en el territorio palestino. Denuncia que pese a lo grave de las situación en Palestina, con más de 20 muertos en el último mes, los medios no están dando ninguna información de lo que está ocurriendo, impera la ignorancia total. En contraposición destaca la visibilidad que ha tenido la solidaridad con palestina durante el mundial de fútbol. Habla también de las diferencias entre viajeros internacionales y población local respecto a las dificultades de movilidad. Explica que además de las dificultades de circulación propias del sistema de apartheid temen también por los posibles ataques de colonos a los que se exponen. Despide su crónica de fin de año con un llamamiento a la opinión pública internacional a seguir sumando todos nuestros esfuerzos para acabar con el fin del sufrimiento del pueblo palestino.
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12/12/2022 |
Coincidiendo con las fechas otoñales se lleva a cabo anualmente en Palestina la campaña de la cosecha de la aceituna. Esta labor ancestral, principal fuente de sustento para miles de familias, se ha convertido en las últimas décadas en una actividad de riesgo por el acoso constante de las hordas de colonos incontrolados que dirigen sus ataques contra las agricultoras palestinas durante la cosecha. Es por ello que las campesinas palestinas llevan años llamando a la solidaridad de las activistas internacionalistas que puedan acudir a arroparles con su presencia en esta tarea tan expuesta. Unadikum es una de las organizaciones que acude a este llamamiento organizando brigadas internacionalistas que, además de acompañar a las campesinas en la recolecta de la oliva, realizan un tour político recogiendo testimonios de la situación en Palestina bajo ocupación. Charlamos en la edición de esta semana con Agus Gorbea, militante de Ongi Etorri Errefuxiatuak e integrante de una de estas brigadas que viajó a Palestina el pasado mes de octubre. Gorbea nos explica en su intervención que alrededor de 100.000 familias viven de la aceituna en Cisjordania, pero que los colonos sionistas impiden con sus agresiones la cosecha. En concreto, en los primeros 10 días de octubre se registraron más de 100 ataques de colonos a agricultoras. Nos cuenta que mientras el régimen sionista califica de antisemitas a las activistas solidarias con Palestina, en la campaña de la oliva hay también activistas judíos que acompañan a las campesinas palestinas. Explica que durante su viaje participaron también en varias manifestaciones de protesta contra la ocupación, y tuvieron contactos con organizaciones políticas y sociales palestinas. Uno de los objetivos del recorrido fue Nablus, que en los últimos meses se ha convertido en un importante foco de enfrentamiento con las fuerzas de ocupación, tras la conformación de un nuevo grupo armado de resistencia sin relación con las facciones políticas tradicionales, los Guardianes de la Guarida del León. Relata las incursiones nocturnas del ejército de las que fueron testigos. Denuncia que estos grupos de la resistencia están sufriendo la represión no sólo de las fuerzas de la ocupación, sino también de la Autoridad Nacional Palestina. De su experiencia en las manifestaciones en las que participó, nos habla de la tecnología represiva que se emplea en territorio palestino, y denuncia que Palestina es el campo de pruebas de estas tecnologías de guerra que luego se exporta a todo el mundo con la garantía de haber sido probada en combate. Viajaron también al campo de refugiados de Jenin, otro punto importante de conflicto, donde visitaron el Teatro de la Libertad y el lugar donde en mayo fue ejecutada la periodista palestina Shreen Abu Akleh. Otro de los objetivos del viaje fue el valle del Jordán, en la zona bajo control militar, otrora vergel de Cisjordania y convertido hoy en un desierto, por el robo de los acuíferos por parte de la fuerza ocupante. Nos habla de las dificultades de acceso y movilidad por el territorio de Cisjordania, y cómo estas dificultades son aún mayores para la población nativa palestina por la presencia de los check-points. Además, las organizaciones políticas, sociales y humanitarias con las que habitualmente se organizaban estas brigadas han sido declaradas terroristas durante el último año. Finaliza reconociendo que aunque antes del viaje tenía bastante información sobre lo que ocurría en Palestina, hasta que lo vio in situ no se imaginaba que pudiera haber tanta crueldad, tanta maldad, tanta impunidad y tanta resistencia por parte del pueblo palestino.
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